sábado, 28 de junio de 2014

¿CÓMO APROVECHAR EL CONTEXTO DE LA ZONA RURAL?

Son muchas las maneras de aprovechar los recursos que la zona rural nos ofrece, así por ejemplo la construcción e implementación de biohuertos, que favorecen el logro de los aprendizajes de manera tranversal. A modo personal, pienso que la situación significativa anteriormente mencionada (implementación de un biohuerto escolar), permite desarrollar muchas capacidades y actitudes  en los estudiantes, me atrevo  a afirmarlo basado en las evidencias, puesto que en la institución educativa en la que actualmente laboro, estamos desarrollando este proyecto, el cual nos permite verificar que los resultados en los aprendizajes de los estudiantes, son muy favorables, a continuación les muestro algunas evidencias... 







APROVECHANDO LAS POSIBILIDADES DEL CONTEXTO


Un medio que muchos ven como adverso o desfavorecido es para muchos otros un espacio de vida, crecimiento y experiencias singulares. En este caso, el ámbito rural, se constituye en el espacio de vida de muchos alumnos.
Cuando un niño o niña que asiste a una institución educativa rural,  se  puede manifestar a través de todas sus expresiones; orales, plásticas, lúdicas, etc; sus vivencias, y uno lo advierte; definitivamente, se evidencia que el contexto en el que transcurre la vida de estos niños es posibilitador.
Cuando un niño o niña se refiere al uso de los espacios, a los cambios climáticos, cuando relata sobre el carrito que le construyó su abuelo, o el pan que amasó con su mamá; evidencia potencialidades del ambiente.
Cuando un niño o niña asiste a la escuela en el ámbito rural, se encuentra con un educador adulto que está en condiciones de apreciar este paisaje, a veces tan desprovisto a simple vista pero que encierra múltiples posibilidades para enseñar y aprender. Posee la tranquilidad y la posibilidad del disfrute, posee el maravilloso efecto de generar el encuentro entre las personas, adultos y niños. Este contexto resulta sumamente rico, para quien sabe leerlo, interpretarlo, mirarlo con ojos inquietos. En definitiva, este contexto, es diferente a otros, posee su propia lógica que muchas veces no es interpretada por los docentes que no son de ese lugar. Tal vez, se vuelve cada vez más necesario replantearse ciertos saberes prácticos que resulten obvios o válidos desde nuestra mirada urbana. La cultura rural es sumamente rica y, definitivamente, no es una cultura inferior, es otra, es diversa. Esto que parece una obviedad es necesario plantearlo y pensarlo en tanto tendemos a validar lo urbano considerando que el niño de la zona rural debe conocer una plaza, un mercado, un museo, pero nunca nos hemos preocupado si un niño que proviene del centro urbano conoce la realidad rural. Esto da cuenta de la validación conciente o inconsciente que hacemos de ciertos contextos. Probablemente, se trate entonces de reconocer y valorar las posibilidades del contexto, la identidad y la cultura de cada uno de nuestros niños y niñas y de ofrecer la mayor cantidad de oportunidades de ampliación de repertorios culturales, más aún cuando sabemos que es la escuela una poderosa fuente de información o acercamiento, en casos en que no disponen de tv, computadoras, etc.; para el logro de aprendizajes significativos.

UN MOMENTO PARA REFLEXIONAR


INTRODUCCIÓN

El desarrollo de toda nación, empieza por la calidad de su educación, es por ello que se puede decir que la escuela es el modelo más elevado de la vida social, es el tiempo de la esperanza, la vigencia de lo público, la construcción de lo común desde lo diferente. Sin embargo, en nuestro país se puede evidenciar una situación muy preocupante con respecto a la condición de las escuelas ubicadas en las zonas rurales, y es que se ha descuidado la educación en estos lugares, para ello y a modo de ilustración, es preciso señalar algunas comparaciones entre la escuela urbana y la escuela rural; la escuela urbana cuenta con supervisión y monitoreo contantes, con material bibliográfico actualizado  e infraestructura adecuada, con acceso y disponibilidad  de recursos tecnológicos que favorecen el logro de los aprendizajes, docentes que ejercen la polidocencia, con accesibilidad  a medios de transporte diversos, entre otros. sin embargo, en la zona rural  la supresión y monitoreo no se aplica o se aplica de manera escasa e inadecuada, el material  bibliográfico es desactualizado e insuficiente, la infraestructura no en favorable para la comodidad y confort de los estudiantes y maestros, no cuentan con el  acceso a la tecnología o si la hay es muy limitada, sus docente tienen que encargarse de varios grados a la vez o debe encargarse de toda la institución educativa, los estudiantes y maestros deben caminar horas para poder llegar a la escuela, además que deben hacerlo soportando las inclemencias del clima propio de la zona. Estas y otras razones más, hacen que se forme una gran brecha de desigualdad entre la escuela urbana y la rural; pero propiciando a la vez, el  uso pertinente de la voluntad, la creatividad y el liderazgo del maestro de la zona rural.